Gracias, Fenómeno

Si esta noche alzamos la vista al cielo, veremos una estrella más en la constelación de los futbolistas más grandes del mundo. Ronaldo deja su esencia terrenal para regresar a su hogar, a los Campos Elíseos, donde compartirá anéctodas junto a Pelé, Di Stefano, Maradona o Cruyff. Porque el Fenómeno siempre nos pareció un futbolista sobrehumano, capaz de escapar dos veces del Inframundo cuando las lesiones lo arrastraron en su época interista. Jamás se atrevió a mirar atrás, como el temeroso Orfeo, y aun así, cada noventa minutos eran muchos los defensas y porteros que quedaban petrificados. 

Decimos adiós a los regates imposibles, a la soberbia finura de cara al gol. Aun no ha crecido la hierba en aquel recorrido fulgurante en el verde de Compostela, en donde el fallecido Bobby Robson observaba incrédulo el milagro que acaba de acontecer. Al igual que nosotros, sabía que aquel joven robusto de diecinueve años, iba a hacer historia. 

Y la hizo. En el F.C.Barcelona y en el Inter de Milan. En el Real Madrid de Florentino Pérez, cuya odisea galáctica necesitaba del mejor nueve. En el A.C Milan y en la Brasil de Pelé, que es ahora también la Brasil de Ronaldo. 

El fútbol ya no será lo mismo sin verte jugar. Te convertiste en mito y, por eso, siempre perdurará tu recuerdo. Gracias por habernos dibujado una sonrisa durante diecisiete años. A partir de esta noche ya sabemos donde mirar para encontrarte. Gracias, Fenómeno.