lunes, 3 de enero de 2011

Slumdog Millonaire (2008)


Hacía bastante tiempo que tenía esta película pendiente. Por unos motivos u otros la verdad es que no era mi prioridad a la hora de sentarme a ver cine, pero ayer se dio la oportunidad (quizás por falta de interés en el resto de posibilidades) y la verdad es que me llevé una grata sorpresa. Vayamos con ella.

Imaginemos que estamos sentados en frente de Carlos Sobera (presentador español de ¿Quién quiere ser millonario?) y nos jugamos el todo o nada a una última pregunta, sin comodines ni ayuda. Carlos levanta la ceja y nos formula la pregunta mientras la tensión se palpa en el ambiente: 

¿Por qué Slumdog Millonaire ganó el Oscar a la mejor película en 2009?
A: Por cuestiones políticas.
B: Porque el resto de películas no estaban a la altura.
C: Cuestión de suerte.
D: Porque en conjunto era realmente merecedora del premio.

Como dije anteriormente, debo confesar que no empecé a verla con demasiada convicción. Quizás fuera eso o quizás fuera el comienzo fulgurante, que te descoloca en el tiempo hasta que finalmente, cuando logras asentarte en el guión, te das cuenta de que para nada se te van a hacer largas las dos horas de film. El protagonista se sincera ante un jefe de policía incrédulo y desconfiado el porqué conocía todas las respuestas. ¿Cómo es posible que el chico del té esté a punto de convertirse en millonario? En las duras experiencias de su corta vida, que se nos presentan ante nosotros en "flasback", está la solución. Y así por nuestros ojos pasan imágenes de pobreza, crueldad, violencia, supervivencia, traición, sueños y sobre todo amor, como si fuera un destello que no diera tiempo a asimilar si es ficción o realidad. Todo ello bajo un enfoque de crítica a cierta parte de la sociedad, que hacen oidos sordos a los gritos de auxilio de aquella tierra de contrastes que es La India.

A nivel artístico, me encantó la dinámica dirección de Boyle y, sobre todo, el fantástico y brillante nivel de la fotografía durante toda la película. Unas actuaciones más que correctas (sobre todo la de los niños al principio), aunque quizás eché en falta un poco más de profundidad en el personaje que interpreta el hermano del protagonista.

En definitiva un film que ha recibido muchas críticas pero que si sabes mirar dentro de él de seguro te encantará. Porque no deja de ser una moraleja para los que creen en el destino, para los que perseveran una y otra vez hasta conseguir sus sueños. Que toda pena es el camino de un último destino que con más o menos demora llegará. Porque está escrito.

Y así vuelvo a la pregunta del principio, donde sin dudarlo me juego todo a la respuesta D.

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